Una hernia es una protrusión, proyección o salida de un órgano a través de la pared abdominal. Generalmente se clasifican por su localización y por la causa de su origen; siendo nombradas de acuerdo a la región del cuerpo en la que aparecen, las más frecuentes son:
- La hernia inguinal, aparecen por debajo del abdomen, en el sitio donde los muslos se unen con la cadera.
- La hernia umbilical, se encuentran a nivel del ombligo y suelen aparecer en la infancia temprana (de nacimiento o congénitas) y en ciertos pacientes durante la edad adulta, como aquéllos que tienen aumento de la presión dentro del abdomen por causas como la obesidad o el embarazo.
- La hernia incisional, pueden aparecer en diferentes zonas del abdomen donde se llevó acabo previamente un procedimiento quirúrgico, como resultado de una mala cicatrización en el paciente, infección de la herida quirúrgica, fumar, sobrepeso, uso de medicamentos supresores del sistema inmunológico y desnutrición, entre otros.Las hernias están conformadas por un saco, que es él que contiene al órgano que protruye; y por un anillo, que es el orificio a través del cual el saco sale junto con su contenido intraabdominal.Su cuadro clínico es variable, dependiendo de su localización básicamente. Sin embargo, mientras más pequeñas son, suelen ser menos molestas, aunque se presentan con varios grados de dolor abdominal cuando salen a través de la pared abdominal. El síntoma más frecuente, es la sensación de tener un tumor que aparece y desaparece con el esfuerzo, al caminar, al incorporarse, al evacuar, al tener relaciones sexuales, al toser o incluso al cargar algo pesado. Cabe mencionar, que mientras más pequeño es el anillo herniario, es más probable que aquello que salió de la cavidad abdominal después de un esfuerzo importante, no pueda volver a entrar por el mismo orificio, lo que se conoce como encarceramiento; pudiendo complicarse al disminuir el flujo de sangre a dichos tejidos, perdiendo éstos vitalidad, a éste fenómeno se le conoce como estrangulamiento, el cuál puede poner en riesgo la vida del paciente .¿Qué debo hacer si sospecho que tengo una hernia? Para su diagnóstico es indispensable la exploración física del paciente; aunque en ocasiones se requiere de un ultrasonido abdominal o incluso de una tomografía, sobre todo en los pacientes con sobrepeso.
La reparación quirúrgica de una hernia es usualmente lo ideal.
¿Qué pasa si no me opero? Cada persona es diferente, por ello, el cirujano gastrointestinal debe analizar de forma selectiva las causas de la hernia así como las características del paciente. Deben considerarse: el hecho de tener síntomas constantes asociados a la hernia, la posibilidad de estrangulamiento, es decir, de falta de irrigación sanguínea al órgano que protruye o sale por la hernia, así como el tamaño de la hernia, cómo elementos importantes en la toma de decisión para pensar en la cirugía como la mejor elección.